27 de agosto de 2010

Jeje, aquí "nomás" probando el Slide, jeje, bueno por lo menos con la audición de David Cook, hace añitos,que si le atiné a que ganaba desde esa audición, pues con Daughtry y Adam Lambert, en otros años no. Las demás generaciones,mmmm, oki doki...

14 de agosto de 2010

FLECHAS ERRADAS...




El amor ilusiona, enaltece, vivifica, pero el amor también duele y mucho...(nada nuevo).                                           
                                
Pensaba hace unas cuantas horas, después de haber leído un libro llamado “Quererse no es suficiente”, si algún día me cansaré de decir: “hoy volveré a comenzar, hoy me levantaré y volveré a sonreír”… Frases que por diversos motivos he mencionado un millón de veces.

Y… ¿si acaso terminara con la letanía de estas frases, si acaso ya no las digo o no las pienso?¿ Sólo por ello estaré condenada a ser derrotista, pesimista...deprimente? Me imagino que para entonces  formaré parte de algunas estadísticas, cuáles, no lo sé.

Si no digo  las frases positivas, que pasará, ¿estaré estereotipada como una persona con pocos recursos emocionales para salir adelante por lo que valgo? O sea,  tal como  los psicólogos, terapeutas, y aquellos “expertos” en el tema”  asumen como: falta de autoestima.

A veces no tengo ganas sencillamente de decirme: “Tú puedes”   y no porque no me ame, no porque no me valore, no porque no tenga autoestima o motivación alguna para expresar o sentir tales palabras.

¡Claro que sé que puedo!, Es sólo cansancio. Es sólo que en ocasiones quiero sentir ese derecho a no hacer nada, a no ser inmune al dolor, ganas de decir que  duele, y mucho; sólo quiero sentir el cansancio de haberlo dicho.

Ahh, pero como adulta que soy, se supone que debo tener claro que las personas pasamos por duelos a lo largo de nuestra vida, y que estos duelos son los que marcan nuestra vida si los vivimos bien , o todo lo contrario, si los reprimimos, así sea un duelo de hace 20 años o uno de ayer.

Pero, por la misma causa de “Envestidura adulta” hay que tener cuidado (ante los ojos de los demás)  para que nuestros  duelos no se tomen como mero infantilismo o  caprichos, que sé  yo… Mmmm a veces quisiera tener duelos  porque perdí un sueño, un ideal; se me secó una planta o sencillamente perdí un CD  con mis canciones favoritas (bueno ahora pierdo las USB), o como cuando era niña, que se me perdía la rana que me había encontrado en un charco cercano a mi casa, o porque se acabó la caricatura de “Tritón”.

Me pregunto ahora, y los adultos ¿para cuántas cosas tenemos “derecho emocional” de sentir duelo?  y además, cuánto tiempo es el permitido? Pienso en aquellos que inventaron los estándares o parámetros para tener este tipo de dolores, si fueron felices, si sufrieron, si tenían “autoestima”. Sé que tuvieron que investigar, de eso no hay duda, pero cómo lo hicieron, no lo sé.

Bueno, toda esta palabrería se me viene a la mente por el AMOR ( y el famoso Cupido)

Me  pregunto qué tanto podemos “achacar” a un ser mítico algo que nos duele del amor y que por obviedades no deseamos que se tomen como caprichos, falta de madurez y  cosas por el estilo. El porqué equivocamos la dirección de nuestros sentimientos y amor, y las dirigimos a personas erróneas. Qué tanto de culpa tiene  el “famoso Cupido... (o corazón, deseo, pasión)", lo digo porque para algunos esa equivocación duele y para otros pasa desapercibida, efímera… Si esto no tiene nada que ver con la equivocación de Cupido, entonces qué es; falta de autoestima también… o lo que llaman ahora, inteligencia emocional?

Porque si dejo el amor en manos de analistas, de positivistas, y algunos otros, las frases como “lo que no te mata te hace más fuerte”, no serían posibles. Si fuera así, entonces, sería muy triste pensar que el amor y el desamor no fueron los que dejaron que el hombre creara canciones tan bellas y algunas frases como: Es que sin tí, no puedo vivir, y es que sin ti no sé vivir, sino vuelves a mi lado no consigo ser feliz…

Frases como en la canción “La voz del silencio" de Andrea Bochelli: Quisiera estar un poco a solas con los sueños que perdí, y del misterio del silencio, una voz viene hasta a mí, y que cobran vida muchas cosas que olvidadas yo creí… no creo que tengan que ver con la parte de cómo resolver nuestros conflictos emocionales y sociales. No, algo de cursi debe tener la vida.

Quién no recuerda a Gloria Estefan con “Hay amores que se esfuman con los años, hay amores que su llama sigue viva… y hay amores de los buenos como tú…”

Y ya de plano, echar gritos de ánimos con el dolor en el alma que se desgarra, algo así como Sarcasmo forzado, por un amor tan grande comparado con los tripulantes de una nave añorando a laTierra… del mismísimo E. Bumbury en Lady Blue. Y como último ejemplo una bella canción llamada Yo también, de Guille Milkiway, soundtrack de la película del mismo nombre.

Bueno, esto es tan sólo algo que estuve pensando, sobre cuánto puede o debe doler el amor y cuánto podemos quedarnos con el dolor, sólo una millonésima parte de lo que se puede hablar del amor.

                     Dedicado a las personas que aman, se desilusionan... y que Cupido los vuelve a enamorar.


                                                                                                                                                           Gin.

10 de agosto de 2010

Un nuevo comienzo

Cuando un ciclo acaba sabemos que otro comienza, y la ilusión de que sea mejor es más grande que la tristeza (o felicidad) que se siente por aquel que terminó. Es una lucha entre sentires y saberes, una lucha entre la ilusión y la nostalgia, entre el miedo y la esperanza, es algo que sentimos y que a veces sólo le llamamos Fe”.